Quiénes Somos?
Somos una iglesia cuya doctrina se basa en los fundamentos cristianos; creemos que las normas de fe y conducta provienen de las Sagradas Escrituras; somos parte del cuerpo de Cristo que se expresa en la diversidad de comunidades en toda la tierra. Por lo tanto somos herederos, continuadores y partícipes de este cuerpo universal cuyos orígenes se remontan al día de Pentecostés, cuando después de la resurrección del Señor y posterior a la ascensión de Jesús al cielo el Espíritu Santo descendió sobre los primeros cristianos.
Reconocemos las epístolas apostólicas y compartimos plenamente el Credo como resumen de la fe.Nos sentimos asimismo partícipes con el movimiento de Reforma donde Lutero, Calvino y otros pastores y teólogos volvieron a validar la sana doctrina que emana de la Biblia, preocupándose de ponerla al alcance y conocimiento de todos los hombres traduciéndola a los idiomas nativos, enfatizando la gracia de Dios y el camino de la fe. Comulgamos con la perseverancia y hábitos necesarios para el desarrollo de la vida espiritual expresados por Wesley.
Nos identificamos con las diferentes manifestaciones de Dios desde los días de Pentecostés y los hechos apostólicos hasta hoy, y en particular con el movimiento de santidad que brotó en la segunda mitad del siglo XIX y que recuperó la vigencia de los dones del Espíritu Santo, abrazó el desafío de las misiones mundiales donde surge, por medio del pastor presbiteriano A.B. Simpson, la Alianza Cristiana y Misionera y posteriormente con otros siervos y ministros visionarios las Asambleas de Dios y el movimiento pentecostal
En Santiago de Chile, después de veinticinco años de intensa y fructífera evangelización, discipulado y habiendo desarrollando novedosos y eficaces ministerios para alcanzar otros sectores de la sociedad varias de las familias fundadoras y otras que fueron pilares del crecimiento de la Alianza Cristiana y Misionera de Las Condes, de la formación de iglesias hijas en Viña del Mar y Chicureo y de sus ministerios proyectados a veinte países, junto a su Pastor Titular, salen llevados por el Señor, para ampliar las fronteras de la iglesia, extender las estacas, más allá de las paredes de los templos y de los deslindes denominacionales buscando exaltar a Cristo y llevar el mensaje del evangelio a los habitantes del siglo veintiuno en una aproximación contextualizada.